Star Wars: Los Últimos Jedi - Una lanza por Rian Johnson





31 de diciembre de 2017



La última película de Star Wars, "Los Últimos Jedi", ha estado llena de polémica. Nunca en la historia de Rotten Tomatoes, por ejemplo, ha habido tanta diferencia entre las opiniones de los críticos y de la audiencia. En el momento de escribir esta reseña, esa diferencia es de 40 puntos y tal vez siga aumentando. ¿Por qué tanta diferencia? ¿Qué es lo que tiene esta película que tanto polariza? En este post intentaré explicar las raíces de esa polémica.





Dicen que el malo de Star Wars siempre acecha en el fondo del cartel...



Star Wars y la mitología


Antes de entrar propiamente a hablar de la película, conviene antes recordar cómo se construye la mística que gira en torno a la saga. Durante el proceso de escritura del guión de la primera película, allá en 1974, George Lucas se interesó por la obra del mitólogo Joseph Campbell. Dos obras de este escritor, "El héroe de las mil caras" y "Las máscaras de Dios" influirían poderosamente en Lucas. En resumen, el concepto de monomito que Lucas tomó para su primera película (aunque en realidad se extiende a toda la trilogía) es que todas las grandes historias son en realidad una única historia, el llamado "viaje del héroe". Este patrón consiste en varias fases: en primer lugar, el héroe no pretende serlo; rechaza inicialmente la llamada del destino, pero su vida corre peligro; entonces aparece un mentor que lo guía y luego desaparece; llega al llamado "umbral del peligro" y vuelve fortalecido con el tesoro o objetivo que dio inicio a la búsqueda. Seguramente habéis reconocido muchas historias en este patrón, no sólo "Una nueva esperanza". De hecho, después del éxito de la primera entrega, expandió todo el mito de Star Wars de forma que toda la primera trilogía constituyera "el viaje del héroe" de Luke Skywalker. Incluso, si escarbamos más en las precuelas, encontramos que ambas trilogías constituyen en su conjunto, el viaje del héroe de otro personaje: Anakin Skywalker/Darth Vader.






El viaje de Rey


La nueva trilogía de Star Wars tampoco es extraña a este concepto. Toda ella gira en torno al mismo tema del viaje del héroe, en este caso centrado en el personaje de Rey. La primera película, "El despertar de la Fuerza" relata cómo la aventura llama a Rey, se enfrenta al peligro, pasa por la misma fase de renuncia y finalmente un evento traumático la conduce al umbral del peligro y tras la instrucción de un maestro que luego desaparece en la historia (Maz Kanata), se enfrenta al mismo y obtiene el conocimiento objeto de su búsqueda. Este conocimiento no es otro que la primera parte de su viaje, ya que la conduce hacia un nuevo mentor y nuevo umbral de peligro. Pero no adelantemos acontecimientos.


El despertar de las críticas


Las críticas a la nueva saga comenzaron con el mismo anuncio de que una nueva trilogía de películas estaba en marcha. Muchos fans se sintieron ultrajados de "extender la obra original" con un presunto fin comercial por parte de Disney (que adquirió los derechos) y que esto bastardizara la saga. Estos fans sin duda no recuerdan (o desconocen) que el projecto original de Lucas era de doce o nueve películas, decidiéndose finalmente por nueve con el reestreno de la primera película en 1978, momento en el cual Lucas aprovechó para meter un cambio en el título y renombrarla de "Star Wars" a "Star Wars Episodio IV: una nueva esperanza", título con el que se conoce la saga. La idea era que aquella trilogía original fuera el centro de la historia, con tres precuelas y tres secuelas.


La otra gran crítica que recibió "El despertar de la Fuerza" es haber sido un calco demasiado abierto de "Una nueva esperanza". En esto no le falta razón: Disney, Lucasfilm, y J.J. Abrams buscaron repetir el éxito de la primera película original reproduciendo la misma estructura, con algunos guiños a las películas viejas para los fans nostálgicos, pero siendo esencialmente la misma historia. Era algo a medio caballo entre un reboot y una verdadera nueva entrega. Los fans (un servidor incluído) no se lo tomaron bien.


En gran medida, las críticas a "Los últimos Jedi" vienen por el lado contrario: demasiados cambios a elementos clásicos. De nuevo, la memoria es breve. En gran medida, "Los últimos Jedi" sigue la misma estructura que "El Imperio contraataca", lo cual ha traído grandes polémicas. Eso sí, antes de proceder con el análisis, conviene el aviso de rigor. Si no habéis visto todavía la película, espero que volváis a terminar de leer mi opinión tras haberlo hecho. Para los que sí ya las hayáis visto, continuad leyendo.






SPOILERS A CONTINUACIÓN


A partir de este punto, asumo que habéis visto "Los últimos Jedi". Los paralelismos entre "El Imperio contraataca" y "Los últimos Jedi" empiezan en la producción misma de la cinta, a cargo de J. J. Abrams. Mientras que "El despertar de la Fuerza" fue dirigida por el propio Abrams, en "Los últimos Jedi" daría un paso atrás, para dejar ese trabajo a Rian Johnson. Esto es exactamente lo mismo que pasó con "El Imperio contraataca", cuya dirección corrió a cargo de Irvin Keshner y no de George Lucas. Éste se tendría que implicar más de lo esperado en la redacción del guión, pero no tanto en la dirección propiamente. Sin embargo, el paralelismo entre ambas películas está en la misma trama.


El ataque de los argumentos clonados


Recordemos un momento el argumento de "El Imperio Contraataca": Luke se va a entrenar con un nuevo maestro. Ese nuevo maestro no lo toma en serio y procura enviarlo de regreso por donde vino. La insistencia de Luke lo convence y este maestro (Yoda) comienza a entrenar a Luke para que se convierta en un caballero Jedi. Entre tanto, los demás héroes de la primera película sufren el asedio de fuerzas imperiales en su base, y finalmente deben evacuarla hacia un destino incierto. Sin la ayuda de Luke, escapan a una ciudad neutral donde encuentran un potencial aliado que los traiciona y finalmente son capturados. Luke presiente que están en peligro y sin terminar su entrenamiento, corre en su ayuda.


Si pensáis en "Los últimos Jedi", la estructura del argumento se reproduce tal cual: los rebeldes deben evacuar su base, son perseguidos, Finn y Rose encuentran un potencial aliado que usar en su plan de escape, pero son capturados. Entre tanto, Rey procura convencer a Luke de que la entrene, a lo cual, pese a la resistencia inicial, accede. Sin embargo, antes de completar dicho entrenamiento, Rey parte en ayuda de sus amigos. Todo culmina, al igual que en "El Imperio Contraataca" con un duelo entre dos Jedi.


Como véis, se dan los mismo bloques para construir ambas películas, una estructura común que yace a flor de piel y es bastante evidente. Pero los paralelismos no terminan ahí.





El polémico papel de Luke


Para que la estructura de "Los últimos Jedi" se mantuviera igual que la de "El Imperio contraataca", Rian Johnson concibió la idea de que Luke debía ser a Rey lo que Yoda fue a Luke, y esto incluía importantes cambios en el personaje. En "El retorno del Jedi", Luke es joven y fuerte, dispuesto a luchar pero ese no es el Luke que vemos en "Los últimos Jedi". Muchos fans se han sentido ofendidos por ello. Sin embargo, pensemos en la transformación que sufren los maestros Jedi en el confinamiento de su aislamiento a causa de la Orden 66. El General Kenobi se convierte en un ermitaño solitario en Tatooine. Por supuesto, con un propósito importante: asegurarse de que Luke Skywalker sobreviva. Yoda abandona a todos los demás Jedi en su carrera por la supervivencia y se oculta en las selvas de Dagobah. Algo que es claro es que el Yoda que vemos en Dagobah después de todos esos años de aislamiento no se parece nada al Maestro Jedi que se enfrenta en combate a Lord Sidious en el Senado Galáctico.


Por ese motivo Johnson estableció que el Luke de "Los últimos Jedi" debía parecerse al Yoda de "El Imperio contraataca", ya que iba a ocupar su rol en la historia. No es ninguna novedad que a Mark Hammil esto no le gustó inicialmente, y algunos fans han usado esto como prueba de que a Mark Hammil no le gustó la película y por ende, la película es criticable. Personalmente, lo encuentro una excusa bastante pobre, especialmente porque posteriormente el propio Hammil ha señalado que a pesar de este desencuentro inicial ha terminado por aceptar la visión de Johnson. Se podría decir que la intención de éste era "cambiarlo todo para que todo quede igual", al menos en cuanto al papel de Luke. Pero eso es sólo la primera mitad de la película.


Jugando con las expectativas


Una de las grandes dificultades de rodar "Los últimos Jedi" es precisamente qué hacer con las expectativas de los fans. "El despertar de la Fuerza" no tuvo el éxito que se esperaba, y por eso Johnson nos deja con algunos mensajes que en cierto modo rompen sutilmente la cuarta pared. Con pocos minutos de diferencia oímos dos frases en la película que resultan muy esclarecedoras en ese sentido: "los Jedi se han convertido en un mito", de boca de Luke y "es hora de acabar con todo lo viejo: la Primera Orden, los Rebeldes, los Sith, los Jedi", de boca de Kylo Ren. Es el modo de Johnson de poner en entredicho la continuidad de la saga, de decirnos que la saga podría continuar sin los elementos icónicos del pasado y seguiría siendo Star Wars. Lo importante en la saga es una serie de elementos que configuran una épica espacial. No los Jedi, no Luke Skywalker, no el Halcón Milenario, ni siquiera los sables de luz. El éxito del spin-off "Rogue One" lo ha dejado claro. Lo importante son los elementos que configuran el viaje del héroe y todos ellos están presentes en la historia que "Los Últimos Jedi" nos presenta.


El viaje de Luke


Otra de las críticas a la película (que ya traté brevemente antes) es a raíz del hashtag #NotMyLuke. Muchos fans usaron este hashtag para quejarse que el Luke Skywalker que vemos en "Los últimos Jedi" no es el héroe valiente e impulsivo de la trilogía original. Por supuesto que no lo es, y no debería ser algo malo. Se trata en cierto modo de un personaje más humano, que ha experimentado el fracaso por primera vez. Una de las frases que ya aparecía en el tráiler es "no me asusté lo suficiente antes, pero lo haré ahora": ya sabéis a dónde conduce el miedo en Star Wars. Por eso Luke optó por exiliarse, si no lo hubiera hecho, tal vez habría caído en el Lado Oscuro. En cierto modo, Luke también realizó su propio viaje del héroe en esta nueva trilogía: tuvo la llamada a la aventura (restaurar la Orden Jedi), se enfrenta al peligro (su fracaso al entrenar a Ben Solo), rechaza inicialmente el desafío que tiene delante (entrenar a Rey), pero finalmente acepta dicho desafío. Encuentra a un mentor (Yoda, nada menos), el cual luego desaparece en la historia, se enfrenta al umbral del peligro (todo un ejército de la Primera Orden) y triunfa al mismo obteniendo la iluminación.


No sé qué esperaban los fans que se quejaron con el hashtag #NotMyLuke, pero a mí me parece que el personaje de Luke actúa de forma bastante humana y heroica a la vez. Es cierto, no es el héroe incólume e incorruptible que muchos tenían idelizado, pero el propio Johnson usa a Luke para advertirnos de ello y nos explica (en el diálogo del que hablé más arriba) de que tenemos a Luke y a los Jedi idelizados. Nadie es inmune a la influencia del Lado Oscuro, ni siquiera el mismísimo Luke Skywalker.





El villano efímero


Otra de las formas que tiene Johnson de jugar con nuestras expectativas es presentar más en detalle al que suponíamos iba a ser el villano de la saga: el Líder Supremo Snoke. En esta película averiguamos que tiene un gran control sobre la Fuerza y el Lado Oscuro, pero aparentemente no es más que un imitador (como mucho) del Emperador.


En la novela canon de la nueva saga Aftermath, se nos presenta un grupo de admiradores del Imperio que terminan creando la Primera Orden. Literalmente en la novela nos dice que añoran el orden que había traído el Imperio. Simplemente detestaban cómo Palpatine había ejercido el poder. Si habéis visto u oído declaraciones de los neonazis acerca de Hitler, la extrapolación es clara. Snoke es un "segundo intento" de Emperador, con otro título, al frente de un régimen con otro nombre, pero esencialmente lo mismo. Y es que, a excepción de Snoke, algo con lo que juegan tanto Abrams como Johnson en esta nueva saga es que mientras que los líderes de los Rebeldes son muy viejos, los líderes de la Primera Orden (a excepción de Snoke) son muy jóvenes. Que Kylo Ren eliminara a Snoke a la primera de cambio y el general Hux hiciera esa tan explícita referencia a Shakespeare no hace sino enfatizar la necesidad de una nueva generación de rebeldes: la que encarnan los nuevos personajes de esta nueva trilogía.





Conclusiones


"Los últimos Jedi" no es una película perfecta. Tiene algunos derroteros extraños argumentalmente. Busca que conozcamos mejor a los personajes, darnos una visión más humana de los mismos. Sin embargo, eso hace que la cinta se pueda hacer larga en ocasiones. Algunas de las subtramas que presenta la película no parecen muy lógicas: ¿por qué Holdo no contó a Poe Dameron el plan que había urdido con Leia? Aparentemente, en una novela que no he leído, "Leia, Princess of Alderaan", Amylin Holdo es presentada como amiga de Leia en la adolescencia y con cierta misandria. Laura Dern ha descrito al personaje como "una bola curva", lo cual puede indicar que su forma de pensar no es común. Tal vez Holdo no contó a Dameron el plan de Leia porque, simplemente, confiaba a ciegas en su amiga y no en un saco de testosterona. Tiene lógica interna, pero no es algo que quede bien reflejado en el filme.


Otro de los posible errores que se puede achacar a la película es la larga escena del casino. Si bien entiendo que es un poco desahogo cómico después de la intensa escena de drama entre Rey y Kylo Ren, y sirve para que conozcamos mejor al personaje de Rose, es una secuencia que en definitiva no conduce a nada. Sí, mantiene la estructura del "Imperio contraataca" con dos personajes (y potencial pareja) que son capturados por los villanos de la película, pero la intervención Deus Ex Machina de BB-8 resulta desconcertante. De nuevo, aunque puede ser que Johnson esté jugando con nuestras expectativas (justo en medio vemos como Rey abandona su entrenamiento y entra en la misma nave donde están capturados Finn y Rose), no estoy seguro de que en esta escena esté bien logrado el efecto sorpresa.


Con ese par de excepciones y tal vez otras menores que no merecen dedicar una mención, creo que la película cumple con lo que debe, es fiel al espíritu de Star Wars y además ha logrado terminar con un final que nos deja a los fans pendientes de cuál puede ser el cierre de esta trilogía. Además, para muchos elementos que tal vez se daban por supuestos, Johnson ha introducido las variables justas para dejarnos (según mi opinión) expectantes con el Episodio IX.